Melvin Jones es CPA y voluntario. Se mudó a Charleston con su familia en la década de 1990 para trabajar en la industria química. Recientemente se retiró de su segunda carrera en la Universidad Estatal de Virginia Occidental.

“Tenemos mucho trabajo por delante y también es mucho más difícil de lo que era. Las señales son diferentes. Cuando era joven, había letreros en los mostradores de almuerzo y los baños y en los autobuses, pero ahora ya no están. En el sur sabías dónde estabas y en el norte realmente no lo sabías. En el sur, el racismo fue más evidente. Aquí en el norte, la gente fue amable contigo, pero susurraron cuando te fuiste.

Debido a que no es popular ser racista, no siempre se sabe cuál es la posición de algunas personas. Lo opuesto al amor no es odio, es indiferencia. Hemos pasado del odio a la indiferencia. Es un camino lento hacia donde queremos estar, pero los niños que vienen son el punto brillante. Hay una bondad básica en las personas, pero las personas creen que tienen razón en lo que creen. Fui presidente de la Urban League en Mobile, Alabama, así que llevo mucho tiempo en esto.

El mundo distribuye la habilidad de manera justa, pero no las oportunidades. Y cuando se trata de trabajar contra el racismo y la discriminación, es fácil desanimarse por las cosas, pero hay que seguir haciéndolo. Existe una dicotomía entre lo lejos que hemos llegado y lo que nos queda por recorrer. Por ejemplo, nunca pensé que vería a un presidente negro en mi vida. Sin embargo, él no puede conseguir un taxi más fácilmente que yo en la ciudad de Nueva York.

Soy persistente, entonces sé que no podemos ayudar
pero triunfar ".